¿Cómo se crea un paradigma?
Utilicemos una fábula para entender cómo se crea y mantiene una paradigma.
En un experimento para indagar sobre la conducta grupal de los monos, los científicos a cargo colocaron a cinco monos en una jaula, en la que dispusieron una escalera que conducía a un montón de bananas.
Por supuesto la conducta natural fue subir por la escalera a buscar las bananas. Cuando el primer mono subió la escalera, los científicos lanzaron un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo.
Después de algunas veces de hacer esto, cuando un mono pretendía alcanzar las bananas, los otros lo golpeaban y bajaban de la escalera para no ser mojados. No pasó mucho tiempo hasta que ningún mono subía la escalera, a pesar de la tentación de las bananas.
Entonces vino la fase 2 del experimento. Los científicos sustituyeron uno de los monos. La primera cosa que hizo este nuevo integrante fue subir la escalera para ir por las bananas, siendo rápidamente bajado y agredido por los otros. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera.
Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho. El cuarto y finalmente, el último de los monos veteranos fue sustituido.
Los científicos quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aun cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas.
Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentaba subir la escalera, con certeza la respuesta sería: “No sé, las cosas aquí siempre se han hecho así..…”
¿Te suena conocido?
Uno de los elementos más comunes en las Organizaciones son los paradigmas que se han construido en el tiempo y terminan caracterizando una Cultura. Suele incluso verse como persisten aun cuando las personas cambian en una Organización.
Estos paradigmas contienen todo un sistema complejo de creencias, significados, mitos, leyendas, ritos, costumbres y se constituyen en programas culturales que crean la identidad grupal y atraviesan la individual. Lo cual se enfatiza si se considera que las Culturas Organizacionales tienden a atraer y conservar individuos que encajan en ellas.
La Cultura Organizacional se convierte pues en un Ethos, que se mantiene por una serie de procesos sociales y organizacionales que modelan las prácticas, conductas, estilos y formas de hacer las cosas, convirtiendo a las Empresas en “micro-cosmos sociales” que tienen el poder de ejercer un profundo efecto en los individuos.
Hoy necesitamos empresas conscientes que se den a la tarea de revisar y resignificar la importancia de la Cultura Organizacional, pero no solo como un elemento que se aborda por la preocupación del resultado, sino por su gran impacto en lo humano tanto de individuos como de sociedad.
Victoria A. Gómez, Psc.